Mejore la agilidad de su negocio, mejore su resiliencia

By Javier Domínguez

28 enero, 2022 | 13:01hrs

Para mejorar la agilidad de su negocio, necesitamos entender de qué se trata. De acuerdo con el Business Agility Institute, Business Agility “Es un conjunto de capacidades organizativas, comportamientos y formas de trabajar que le brindan a su empresa la libertad y flexibilidad para lograr su propósito. No importa lo que depare el futuro”.

Si la agilidad empresarial es la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios en el entorno, esos podrían ser cambios en la economía, cambios en su industria o cambios en la demanda de los clientes.

Dicho esto, ¿por dónde comenzar a trabajar en la adopción de ese conjunto de principios, prácticas y cómo promover comportamientos que permitirán que su empresa sea más ágil y flexible en sus operaciones?

Por supuesto, necesitamos aterrizar a la realidad de que esto no va a suceder de la noche a la mañana. Deberá dedicar tiempo y esfuerzo para realizar los cambios necesarios. Pero, si está dispuesto a trabajar duro, puede mejorar la agilidad de su negocio y convertirse en una empresa más exitosa.

De acuerdo con el Business Agility Report 2021, con relación a obtener beneficios significativos de la agilidad empresarial, el primer gran cambio notable ocurre alrededor de los 2 años, luego crece a través de los años, beneficiándose del último gran cambio de tras 8 años de viaje. Este es un gran hallazgo, realizado al encuestar a 254 organizaciones de entre 4 y 4.000 empleados, en 24 industrias, distribuidas en 54 países.

Eso no significa que victorias de corto plazo no se puedan observar tras unos meses de empezar este viaje, pero es claro que el cambio más notorio va a venir tras dos años de continuidad y aun más claro que este es un viaje de largo aliento pero que trae beneficios significativos.

Algunos elementos para tomar en cuenta para mejorar la agilidad de su negocio se relacionan con contar con un equipo de gestión sólido y receptivo. También una estructura organizativa flexible y que promueva la toma rápida de decisiones.

Otra parte importante de la agilidad empresarial es poder cambiar de rumbo rápidamente cuando sea necesario. Esto significa poder hacer adaptable su estrategia, sus tácticas y operaciones según sea necesario.

¿Planear para ser ágil?

Business Agility no es un objetivo en sí mismo sino un continuo de mejora, para llevar a la organización a ser capaz de pivotar rápidamente cuando cambia el mercado, para aprovechar nuevas oportunidades y hacer frente a la competencia, al tiempo que se sortea el mar del cambio que a veces se torna turbulento.

En agilidad se planea con frecuencia y se deben incluir objetivos tanto a corto como a largo plazo, así como los pasos que tomará para lograrlos. También debe incluir estrategias de gestión de riesgos, para gestionarlos cuando se presenten, y en lo posible anticiparse. Pero es importante, entender que su plan debe ser flexible, para que pueda adaptarlo según sea necesario.

Crear un roadmap de agilidad empresarial no es fácil, pero vale la pena el esfuerzo, empezando por entender dónde se encuentra su organización en los elementos constitutivos del Business Agility, que de acuerdo con el modelo del Business Agility Institute está compuesto por 4 dimensiones, 12 dominios, todos en torno al dominio cliente. Y a partir de este entendimiento, proyectar un nuevo siguiente paso y cuando este se alcance, el siguiente y así de forma sucesiva en un nivel escalas, donde la mejora continua no para y cada escala tendrá sus propios retos, logros y aspiraciones que ajustarán el roadmap de maneras diferentes y en verdad únicas para cada organización.

Resiliencia, negocios y surfear las olas de la crisis y el cambio

Ahora bien, en un mundo en constante cambio, es más importante que nunca ser resilientes. Entendiendo como resiliencia, la capacidad de recuperarse después de un contratiempo o la capacidad para seguir adelante cuando las cosas se ponen difíciles. Esa resiliencia es lo que permite a las empresas sobrevivir y prosperar frente a la adversidad. El resultado de una crisis puede hacer que la empresa no vuelve a ser la misma tras ese sobresalto, pero una empresa lo suficientemente flexible va a poder responder a circunstancias diferentes y no solo sobrevivir sino salir con nuevas capacidades.

Hay muchas cosas que las empresas pueden hacer para tornarse más ágiles y resilientes, enfrentar contratiempos y seguir funcionando. A continuación 3 factores claves:

Factor 1 – Propósito

Hablando de un entorno empresarial, propósito tiene relación con ¿Para qué existe la organización? ¿Qué provee la organización de una manera única y extraordinaria?

La pregunta para hacerse, relacionada con la resiliencia es ¿Qué pasa si lo que mi organización provee, deja de ser vigente? ¿Somos capaces de reinventarnos? Allí es donde entra en juego la flexibilidad y la adaptabilidad.

¿Qué pasa con el propósito en medio de cambios exponenciales? Sin un propósito fuerte y con capacidad para reformular las estrategias y acciones operativas (que son las que nos mueven para lograr ese propósito) entonces no podemos asegurar sobrevivir una ola inesperada de cambio y peor aún de caos.

Una clave es tener una visión y un plan estratégicos claros, y ceñirse a ellos incluso en tiempos difíciles. Las empresas también necesitan planes de gestión de riesgos efectivos, para que puedan identificar, responder e incluso anticiparse rápidamente a cualquier amenaza potencial.

Una empresa que no articule su existencia en torno a un fuerte propósito difícilmente podrá sortear momentos de verdadera crisis, sin que su existencia se vea puesta a prueba.

Factor 2 – Pensamiento estratégico sistémico

Para que su negocio sea más sólido en el mundo actual, es importante adoptar un enfoque de pensamiento estratégico sistémico. Esto significa ver su negocio como una serie de partes interconectadas y comprender cómo los cambios internos pueden afectar al resto del negocio, así como cambios externos o de contexto pueden significar que se amplía o acorta su oferta de valor, así como a su base de clientes.

Un enfoque de pensamiento sistémico también puede ayudarlo a identificar los factores de riesgo potenciales y planificar para ellos. Por ejemplo, si se está expandiendo a nuevos mercados, querrá pensar en los riesgos potenciales asociados con hacer negocios en esos mercados, como la inestabilidad política o las diferencias culturales.

Consideraciones para el sistema organizacional incluyen cómo crear sensibilidad respecto a los cambios internos y externos, cómo adquirir y desarrollar el talento adecuado y cómo alinear a la organización para la toma de decisiones informadas de una manera transparente.

Ese enfoque sistémico incluye las relaciones externas, por ejemplo, los proveedores de la organización, los cuales deben responder al mismo propósito, valores y estar alineados a la cadena de entrega de valor.

Factor 3 – Entrega frecuente y continua de valor

Una empresa puede ser más sólida si puede ejecutar en condiciones de una entrega óptima de valor. Esto implica una orientación a la mejora continua, calidad de los resultados y una capacidad para tomar decisiones alineada con los cambiantes requisitos de los clientes de una manera que el logro de los objetivos de negocio, se traduzcan en ampliar la satisfacción de todos los interesados.

En este nuevo entorno importa tanto el qué se entrega, así como el cómo se entrega. En un mundo donde hemos logrado la hiper – personalización, a niveles donde, por ejemplo, empresas de salud pueden generar terapias basadas en el perfil genético de la persona, elementos como la ecología, el impacto en el ecosistema social, el comercio justo y demás factores, comienzan a ser parte de las motivaciones de por qué un consumidor prefiere una u otra marca y las empresas deben estar dispuestas a satisfacer con flexibilidad esa demanda, orientando su oferta de valor bajo estos nuevos parámetros.

Un elemento vital en esa entrega es contar con un buen equipo, tanto interno como externo. Esto incluye empleados talentosos, capaces de trabajar en conjunto y apoyarse mutuamente en torno al propósito empresarial.

Aprender a vivir con lo impredecible Asumir la incertidumbre no es errático, es una decisión inteligente. Vivimos un mundo donde la complejidad no es lo que nos imaginábamos que era, la pandemia del COVID 19 nos ha traído grandes lecciones, grupos empresariales no pudieron salir adelante, mientras que otras nuevas empresas han encontrado su espacio. La pregunta que nos atañe en estos días es si estamos dispuestos a dotar a nuestras compañías de las capacidades para salir adelante en una incertidumbre y una tasa de cambio exponencial. Business Agility es una opción, pero demanda que entendamos todo lo que implica.

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