Privacidad de datos bajo el Reglamento General de Protección de Datos.

En línea con la necesidad de garantizar la salvaguarda de la información personal en todos los ámbitos en los que puedan ser gestionados; en la Unión Europea (UE), desde 25 de mayo de 2018, ha iniciado la aplicación del “Reglamento General de Protección de Datos” – RGPD, reglamento que había entrado en vigor el 25 de mayo del 2016, para que las empresas y organizaciones tengan un periodo de 2 años para adecuarse a las obligaciones de la norma.

Cabe señalar, que el asunto de la protección de los datos personales ha ido evolucionando y perfeccionándose con el tiempo y las circunstancias a partir del artículo 12 de la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” de 1948 y partir del inicio de la globalización de las relaciones comerciales entre empresas, que implica, entro otros, la transferencia y uso de datos personales en las transacciones comerciales, por ejemplo. El RGPD es de obligatorio cumplimiento para las empresas u organizaciones que hacen uso de datos personales en el ámbito de los países de Europa, o de empresas de otros países que tienen negocios con empresas europeas, las mismas que, en caso contrario, serán sancionadas con rigurosidad.

En esa línea, el RGPD establece que debe haber una razón legítima para procesar los datos personales de alguien, entre otros, principalmente, el consentimiento del interesado. Solo si ese es el caso, puede proceder a informar al propietario de los datos sobre qué datos personales desea recopilar, exactamente para qué propósito, y el tiempo por el que desea utilizarlos.

Resulta esencial entonces, que los profesionales de TI, los trabajadores y las organizaciones estén conscientes de sus responsabilidades cuando se trata de leyes y regulaciones de privacidad de datos. El procesamiento de los datos debe ser adecuado, relevante y limitado a lo que sea necesario en relación con los fines para los que se recopilan y procesan. Durante el procesamiento de datos personales, estos deben mantener su integridad. Se deben realizar todos los esfuerzos posibles y razonables para garantizar una adecuada gestión y tratamiento de los datos personales, así como facilitar el ejercicio de derechos para los propietarios de esos datos.