La eficiencia energética en las TIC

Parece que el puñetazo en el estómago que ha supuesto para muchos de nosotros está pandemia, ha puesto de relieve lo que ya venía pidiendo desde hace mucho tiempo gran parte de la sociedad, pero que, sobre todo a nivel gubernamental, no ha habido una intención clara de concentrar esfuerzos y trazar planes estratégicos que permitan transitar hacia un modelo económico y social menos devastador para este planeta en el que, de momento, habitamos. Es decir, entre otras cuestiones, replantearnos la sociedad en términos de mayor eficiencia energética, porque nos hemos convertido en una sociedad dependiente energéticamente, y para abastecernos, hasta el momento, ha valido absolutamente todo, lo que nos ha hecho ir directos hacia un cambio climático que cada vez parece menos reversible.

La frase que mejor refleja esta necesidad es la que aparece en la imagen de este artículo “There is No Planet B”. Si acabamos con el “A”, no hay ninguna otra opción.

Como decía, últimamente parece que todos estamos más concienciados y, sobre todo, que a nivel gubernamental también se está haciendo frente a la situación. En los últimos meses, al menos a mi, me da la sensación de que el número de iniciativas, las noticias que generan y en general la actitud de la sociedad, en su conjunto, han aumentado. Como digo, esa es mi percepción.

Esta no es una carrera de velocidad, que por lo que se ha ido postergando ahora también es necesaria aumentar la velocidad, esta es una carrera de fondo en la que todos y cada uno de nosotros podemos aportar nuestro granito de arena, por pequeño que nos parezca. Hay un dicho que dice “un grano no hace granero, pero ayuda al compañero“, pues eso.

La industria de la Tecnología de la Información y Comunicaciones está siendo una pieza clave en estos momentos de transición y adaptación que se está demandando a las organizaciones, y que hemos denominado Transformación Digital. Pues bien, esta industria también debe aportar su granito de arena.

Estoy seguro que la primera imagen que ha aparecido en tu mente al relacionar la idea de eficiencia energética y la Industria de las TIC, es la de los grandes Data Centers y su descomunal consumo eléctrico, tanto para su operación como para su refrigeración. Pero se nos pasa por alto algo muy importante. El desarrollo de software es la clave de bóveda en esta era, pues de nada sirve contar con un hardware excepcional funcionando 24×7, si no hay una lógica, el software, que permita interactuar a los humanos con dicho hardware y entre los diferentes componentes de hardware.

¿Qué relación tiene el desarrollo de software con la eficiencia energética?

Pues, aunque no lo creas, mucha.

Quizá con el paso del tiempo y la aparición (y éxito) de lenguajes interpretados cada vez más lejos de los lenguajes de bajo nivel, esta cuestión de la eficiencia del código que se escribe ha ido pasando a un segundo plano. En mi época de desarrollador sí recuerdo que este tema, no la eficiencia energética en si misma, sí no la eficiencia por el número de “ciclos del procesador”, que en el fondo está directamente relacionada con el consumo de energía, era algo de lo que se hablaba, y que este artículo “Como afecta al recibo de la luz el lenguaje en el que programas” me ha vuelvo a traer a la mente. Exacto, al desarrollar también puedes decidir (quizá más bien los arquitectos de software) aportar tu grano al granero común.

No se trata de abrir un debate sobre que lenguaje es mejor o peor, ni si deberíamos volver a desarrollar en “ensamblador” porque evidentemente dada la complejidad de los sistemas actuales no sería viable, la cuestión creo que debe ser si en general este es un tema que 1. está presente en las carreras y grados universitarios (algo que sinceramente desconozco) y 2. si los diferentes lenguajes interpretados que existen (hay tantos casi como estrellas en el cielo…) se crean con esta mentalidad de eficiencia energética en mente desde su concepción.

En un estudio realizado en Portugal en 2017 titulado “Energy Efficiency across Programming Languages. How Does Energy, Time, and Memory Relate?“ ya se refleja precisamente la relación que menciono en este artículo, no solo a nivel de consumo de energía, también el tiempo de procesador y la memoria usada, que en definitiva están muy relacionados con el primer parámetro, la energía necesaria.

Podemos sacar algunas conclusiones interesantes sobre los diferentes lenguajes de programación partiendo de este ranking según los tres parámetros mencionados, que aparece en el citado informe:

Creo que la columna más relevante es la última, “Energy & Time & Memory”, pues en definitiva nos permite enfocar la solución no solo desde la perspectiva de la eficiencia energética, si no de manera holística tomando en consideración tanto la mencionada eficiencia energética como la eficiencia “del resultado” del desarrollo, pues el tiempo que tarda en ejecutarse una tarea y la memoria utilizada sí son parámetros que habitualmente tienen relevancia en cualquier desarrollo.

Si, pocos elegiríamos C, C++ o Pascal como lenguaje de programación para la mayor parte de los proyectos que hoy en día se desarrollan, dado que un (muy) gran porcentaje de estos proyectos están basados en un entorno Web/Móvil, para el que estos lenguajes mencionados no proporcionan las suficientes facilidades. Sin embargo, Java, C#, PHP si son lenguajes populares en nuestros días, y no estando en las primeras posiciones del ranking, parece que podrían ser de las mejores opciones.

Quizá, para tu próximo desarrollo, esta tabla sirva para que, al menos, en lo que a lenguaje de programación se refiere, puedas decidir que tu proyecto sea más eficiente energéticamente hablando.