El soborno y su repercusión.

A pesar de los esfuerzos a nivel global para combatirlo, uno de los problemas más complejos de nuestros tiempos es el soborno. Dentro de la organización tiene un impacto muy negativo tanto entidades públicas como privadas. Con la facilidades que brinda la tecnología, un acto de soborno de cualquier empleado de la organización puede viralizarse en minutos mediante el uso de redes sociale y desencadenar una crisis de confianza en el mercado,  destruyendo la imagen de la organización.

La ISO 37001 – Sistema de Gestión Anti-Soborno,  fue creada precisamente para servir de guía a las organizaciones para actuar de manera proactiva y evitar la práctica del soborno. Aunque exista la corrupción y el soborno como práctica a nivel global, las organizaciones en las que existe un mayor control tienen una menor incidencia del problema, pues quienes infringen las normas reciben sanciones o castigos que sirven para disuadir a los que son tentados por esas malas prácticas y dicho control contribuye a la imagen de la organización.

Es responsabilidad de todos los implicados el mantener una ética impecable en todos los ámbitos pues las consecuencias sociales y económicas del soborno son devastadoras y muy difíciles de corregir y como en muchos casos que hemos podido conocer en la actualidad,  irreversible