La magia de las ideas

Fijar el rumbo para el enfoque creativo es el principal requisito para la generación de ideas, y está determinado, como lo dijimos anteriormente, por la forma como podamos organizar y estructurar la información obtenida en la etapa de la definición, con el propósito de contextualizar y conceptualizar las necesidades, deseos, expectativas o problemas que intentamos resolver, es decir, nos permitirá definir el eje principal de acciones hacia donde encaminar el ideario de soluciones.

La ventaja de generar numerosas ideas, incrementa la oportunidad de encontrar una solución acorde al planteamiento de la necesidad o del problema. En ese sentido, la más usual, dentro de las tantas herramientas acordes a esta necesidad, es la dinámica de la lluvia de ideas que, adecuadamente organizada y correctamente aplicada, facilita enormemente la creación de una gama de ideas enfocadas en los ejes principales de acción.

Por tanto, en este punto del proceso del “design thinking” es particularmente importante encontrar la mejor forma y las condiciones adecuadas para facilitar la producción de ideas relevantes. Esto implica, entre otras, promover e impulsar la intervención y colaboración de todos los participantes entre miembros del equipo y otros interesados destacados; todo ello, con el propósito de producir la mayor cantidad de ideas posibles en base al rumbo del enfoque creativo del que hablábamos al inicio.