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Asegurar el valor. Cuando hacer menos, es más.
By Global Trust Association
17 mayo, 2019 | 16:05hrs
En la tarea de garantizar, y sobretodo maximizar, la entrega de valor, la filosofía Lean para la búsqueda de la eficiencia, se desarrolla en base a una serie de características, y herramientas que nos facilitan el tránsito hacia procesos cada vez más óptimos, centrados en la entrega permanente de valor a todo nivel.
Sobre el valor, hemos comentado también en anteriores publicaciones, y es el factor más importante a identificar, es decir, tener claro aquello a lo que, en el contexto de la mejora, se llamará valor, y esto parte sobre la base de conocer las necesidades y expectativas del cliente, a través de lo que Lean denomina la Voz del Cliente (VoC). Por tanto, a partir de conocer ese valor, es necesario mirar y analizar en 360° el panorama de la mejora, aquellos aspectos llamados las dimensiones Lean.
Como parte de las dimensiones Lean para la mejora, se encuentra el Proceso, aquel aspecto por donde transcurren las actividades hacia un resultado, y con el cual, el cliente espera satisfacer su necesidad. En ese sentido, el análisis de la dimensión del proceso, nos lleva a enfocarnos en el principio Lean del Flujo de Valor. Todo proceso en sí debiera ser un flujo de valor, es decir, el mejor conjunto de actividades relacionadas que asegura la entrega del resultado tal como se espera, sin nada que lo obstaculice (actividades innecesarias, por ejemplo). Todo aquello que no aporte a la entrega de ese valor, es considerado como desperdicio, y debe reducirse al mínimo o desaparecerse en la medida de lo posible. Para ello, Lean promueve el tratamiento de estos desperdicios y los identifica como: Muda (Waste – residuos), Mura (Unevenness – irregularidad) Muri (Overburdening – sobre carga, estrés)
Las acciones claras en sentido con lo anterior, debieran llevarnos al punto en el que se podrá entregar mucho más valor con menos esfuerzo. Menos esfuerzo no significa necesariamente, menos personas, sino la reducción o eliminación de lo que sobra, dejando como resultado actividades óptimas centradas en lo realmente útil para la entrega de valor.