Habilidades para estructurar la información.

Cómo sabemos, detrás de un requerimiento existen, desde la óptica del usuario, una serie de aspectos asociados y una serie de factores críticos que definen, entre otros, la usabilidad de la interface, solución o servicio, siendo este un aspecto que encierra un sinnúmero de características, que permitirá que una interface sea lo suficientemente atractiva, funcional y cómoda, que proporcionará a los usuarios una experiencia de uso muy gratificante.

Comprender la magnitud de un requerimiento y desplegar un enfoque adecuado de investigación, hace posible obtener grandes volúmenes de información que deberán ser bien aprovechados para lograr el éxito en el resultado final. Saber qué hacer y cómo usar la información es parte de las habilidades que deben tener quienes orientan su enfoque profesional a entender y muchas veces descifrar los secretos de lo que pareciera ser un simple requerimiento funcional lanzado por los usuarios.

La información obtenida como parte de la etapa de investigación, ayudará al diseñador de experiencias de usuario (UX Designer) a estructurar, clasificar y organizar con amplio conocimiento de causa, por supuesto, la representación de todos los temas y contenidos en fondo y forma, basados en el requerimiento, sin perder de vista en lo absoluto, la relación con los aspectos de la necesidad de los usuarios, clientes y el negocio.

Para ello podrá hacer uso de una amplia gama de técnicas y herramientas afines, como los diagramas de flujo, mapas de arquitectura, de navegación, etc. Cuya aplicación, bajo diversos criterios lógicos del diseñador UX, facilitarán esquemas estructurados de uso y el desarrollo de propuestas de solución consistentes, como se dijo anteriormente, en concordancia con los requerimientos, las necesidades y expectativas de los usuarios que lo solicitaron.